Este es un retrato que me ha hecho mi hija. Está claro que ha sabido captar mis cambios de humor y tonalidad y, también, está claro que sabe cómo robarme una sonrisa...
Está anocheciendo. Es el segundo día de reposo en casa y, en total casi el quinto. Blanca está en la bañera. Por suerte tiene un papá que sabe cómo robarle a ella una sonrisa. Mientras escribo escucho una canción que se están inventando sobre los Angry Birds.
Y a mi, no me queda más remedio que tararearla en silencio, para intentar aprenderla, porque estoy segura de que me tocará interpretarla. Y, no me queda tampoco más remedio que alegrarme, a pesar de las circunstancias y del día que es más o menos difícil por momentos, de que estoy en casa con mi pequeña familia, que tienen un minuto para pintar un garabato o inventar una canción.
Por eso, a partir de mañana, voy a intentar hacer algo positivo. Crear, imaginar.... Hacer un broche nuevo de fieltro (que he aprendido últimamente), un retrato para Blanca, o una canción...

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